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¿Zombis, ó Idiotas? Al 50% de los Mexicanos les vale madre el país

A propósito de la elección en el SNTE. Rescatamos una columna de nuestro gran amigo el ideólogo Raúl Iragorri. A ver si les gusta:

 

Portavoz / Por Raúl Iragorri

Permiten el fraude porque no acuden a votar el día de las elecciones.

Zombis son los personajes de la ciencia ficción del cine, que se identifican por vivir de manera inerte como robots, programados, sin alma, y sin criterio, movidos por una fuerza electrónica, o mecánica, un robot, una máquina, no un ser humano.

Así vive casi la mitad del pueblo mexicano, una nación que sobrevive de manera inerte, porque el gobierno, el futbol, las telenovelas, el espectáculo, y el fanatismo, nos han dejado vacíos.

Los zombis tienen disculpa porque no piensan, están programados para actuar de manera mecánica, pero lo seres humanas que conscientemente actúan como zombis, son casi idiotas.

Analicemos el término:

El origen de la palabra idiota proviene del griego (idios) para referirse a aquel que no se ocupaba de los asuntos públicos, sino sólo de sus intereses privados.

En México la mitad de las personas con derecho a voto no acuden a las urnas, o sea son idiotas, según los griegos de Sócrates, Platón y Aristóteles. Que vivieron en los siglos V y IV antes de Jesús.

En aquel tiempo era mal vista aquella persona que se desentendiera de los asuntos de la polis (la Ciudad griega), porque la cosa pública era responsabilidad de todos.

En la Antigua Grecia, el que era idiota es que era una persona que sólo se preocupaba de sus cosas, algo tremendamente mal visto en la época, pues lo normal y lógico era participar en la vida pública del pueblo, así como en la política.

Con el paso del tiempo fue modificándose su significado hasta el actual insulto que define a alguien como tonto o en algunas acepciones, como soberbio. Hoy los idiotas son sinónimos de la acepción latina de imbecilus, el imbécil, el retardado, el tonto, o el sobrado, el soberbio, el que se cree más de lo que es, presume más de lo que tiene. Cómo algunos de Morelos que usted ha visto en Palacio y en el Congreso.

Retomando la acepción de idiota de su origen griego. ( Y, no me refiero solo a los idiotas que venden su voto por hambre, o por necesidad) esos son víctimas de la pobreza.

Aunque al vender su voto vendieron su bienestar, porque con ese voto autorizaron las alzas de precios en las gasolinas, en el gas, la electricidad, los alimentos, la renta, la colegiatura, los pasajes, las casetas de peaje, los taxis, y los boletos de avión y autobús, los fletes, y la inflación en general.

Con la venta de su voto se chingaron solos, y nos chingaron a los demás, pero bueno es como la mujer que vende su cuerpo por hambre, porque no tiene para llevar de comer a sus hijos, eso se entiende.

No me refiero a esos idiotas, me refiero a estos otros, a esa mitad de los mexicanos, por cuya indolencia, irresponsabilidad y abandono de la vida pública, hacen el vacío para que los sátrapas y los tiranos lleguen al poder de la manera que sea, al cabo que estos idiotas no hacen nada por impedirlo. y yo me atrevería a señalar al 70%, somas una nación integrada `por idiotas, porque les vale madre la cosa pública, los problemas de su ciudad, de su comunidad, y de su Patria.

LA SOCIEDAD SE ATRASA POR ESTOS MEXICANOS

Por culpa de los idiotas, que no se interesan por México, por su estado, o por su municipio estamos perdiendo el país, el gobierno, y la nación se deteriora sufre y padece. Idiotas son todos aquellos que no se presentar a votar en las urnas el día de la elección.

Propongo que se elabore una ley para que se obligue a todos los empadronados a votar, aunque tengan derecho a anular su voto en la casilla, pero que acudan a cumplir con su deber ciudadano. No votar es traición a la nación, es ingratitud a México, porque los que llegan al poder están deslegitimados, con menos de 30% de los sufragios a favor.

Que esa ley tenga dientes, que contenga sanciones, sean en multas, en castigos, en privaciones de la libertad, no lo sé, será cosa de los juristas y los legisladores, pero que se incentive y provoque la necesidad obligatoria de ir a depositar su voto, solo así existirá democracia, y se evitarán los fraudes.

Hoy está de moda que se realice una segunda vuelta de votación, pero si no logramos que la gente vote ni en la primera, ¿para qué hacemos una segunda? lógicamente acudirá menos gente a votar. De pronto debiéramos conseguir que todos voten, para eso están registrados en el INE 87,244,921 millones de ciudadanos, a los que se destina una boleta para que selecciones cada cargo, alcaldes, diputados, senadores, etc.

MEX3857. TEPATITLÁN (MÉXICO), 06/06/2021.- Ciudadanos mexicanos emiten su voto hoy, en un centro de votación en Tepatitlán, estado de Jalisco. Los colegios electorales de México abrieron este domingo sus puertas para dar inicio a los comicios intermedios, considerados los más grandes de la historia del país por los más de 20.500 cargos que serán elegidos. EFE/Francisco Guasco

Y se imprimen por decir para presidente de la república ese mismo número de millones de boletas, una por cada ciudadano con credencial, para que sufraguen, para que vayan a la urna. No para que se quemen, o se haga mal uso de ellas.

Volviendo los ojos a las elecciones del Estado de México, donde de diez millones de electores con credencial para votar con fotografía, solo acudieron la mitad, cinco millones de mexiquenses no cumplieron con su obligación de ir a elegir a sus autoridades.

El dilema a resolver no es que ganó el PRI-Mazo del presidente. Ni que en los principales diarios de Europa y Estados Unidos se les identifique como triunfadores fraudulentos.

El problema no es que ganaron, el verdadero problema es que nos dejamos ganar, gracias a que la mitad no cumplen son el sufragio, ellos siguen ganando siempre. Tú lector amigo, tú gracias a esos fraudes, vives mal y en peligro.

Con los aliados PRI-PAN-PRD, pierdes tu lector, pierde el que compra gasolina cada día o cada semana, el que sufre el alza en el gas, en los básicos, en la renta, en la electricidad, en los servicios telefónicos, en las casetas de peaje,

No hay control en los precios, pero si en los salarios. Si los tricolores ganan, suben los precios, porque dicen que así están los importes internacionales del petróleo.

Pero no exigen que las empresas ni el gobierno paguen igual que en Estados Unidos y Europa, por eso millones se van de aquí. Por eso estamos en la ruina, pagamos igual, pero ganamos mucho menos que en Estados Unidos y Europa.

Los gobernantes nos venden en el extranjero como mano de obra barata, nos mercadean como esclavos para atraer inversiones, negocios que solo pagan salarios, se llevan plusvalía y nos dejan la tierra, el suelo y el aire envenenados con humos y sustancias tóxicas.

El primer paso para cambiar, es que la esperanza de cambio contenga acciones de los los ciudadanos, Una de ellas, la más efectiva es que todos voten. El gran educador Paulo Freire, decía, “No puedo materializar mi sueño si no actúo”.

De lo contrario la ilusión de cambio sin actuar, es una esperanza inútil, una expectativa a lo pendejo.

No podemos cambiar, no solo porque nos roban, sino que nos roban por culpa de los idiotas, que hacen el vacío, al no cumplir con su obligación constitucional de ir a votar, se quedan en casa, no actúan el día de las elecciones, eso debe cambiar, y debe ser penalizado.

El día qué todos voten, empezará el cambio y entrará la democracia plena.