Fénix de Kronos Magazine
El estallido de dos bombas de manufactura amateur, refleja el trasfondo de una serie de disputas al interior del Campus Chamilpa de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, que es una Plaza en disputa por distintos carteles del narcotráfico. Donde hay muchos jóvenes y jovencitas víctimas de la delincuencia organizada.
Ambas detonaciones son un aviso para el rector Urquiza y para las autoridades civiles y militares, la guerra interna en UAEM por el control de un mercado de estupefacientes, puede acarrear violencia y hechos sangrientos, y las autoridades universitarias, y sus equipos de guardia “llamados Venados”, han sido incapaces de contener la invasión de los dealers (distribuidores) que llegan de la calle, o son a veces alumnos inscritos en las escuelas y facultades de la UAEM.
El fenómeno no es nuevo, Se sabe que la UAEM recibió la mayor infiltración de bandas de narco menudistas durante el mandato del ex rector René Santoveña Arredondo, quien en aquellos tiempos era adicto a la cocaína y al alcoholismo. Según refieren algunos de sus entonces cercanos seguidores del porrismo y el magisterio.
En investigaciones de los propios Venados se detectan zonas más álgidas para la venta y consumo de drogas de diversos tipos desde mariguana y pastillas de cristal y metanfetaminas, hasta otra de mayor calado, cocaína y heroína.
Esto se ha reportado a los rectores en turno, que poco o nada han podido hacer para contener el fenómeno de la drogadicción, incluso hay áreas como los jardines cercanos a la Facultad de Artes, Filosofía y otras como la Escuela de Técnicos Laboratoristas, donde se vende y consume droga desde las primeras horas de la mañana, ahí se ven parejas y grupos de alumnos recostados en el pasto, retozando “ y echando novio”, pero también algunos dándose sus toques de mariguana, y otros sustancias tóxicas.
La procuraduría de la República no ha sido notificada, no hay actas levantadas tampoco (por venta de drogas) en el ministerio público del fuero común, con eso de la autonomía, que se entiende como que la UAEM goza de extraterritorialidad, como se tratara de una país extranjero, no se puede entrar con policía no podría haber redadas, ni inspecciones, a lo as que debería haber, son agentes investigadores infiltrados localizando alumnos y haciendo detenciones y capturas fuera del campus de la UAEM, pero ni eso.
Se sabe que corre mucho dinero, y detrás de los vendedores y halcones pequeños, están las grandes mafias que se disputan ese mercado, lo que hace peligroso ya, el hecho de acudir a clases a nuestra Máxima Casa de Estudios. El cáncer se ha dejado crecer, y ya llegó el momento en que rebasa a las autoridades y a la comunidad universitaria en general.
La UAEM debe pedir auxilio…
Los saluda con afecto
Eusebio Gimeno
Director general Fénix de Kronos Magazine