Fénix de Kronos Magazine
En el colmo de la imbecilidad política y del surrealismo mexicano, una empresa privada recolectora de basura tiene en estado de indefensión a la ciudadanía de la capital de Morelos, por mantener embargadas 60 patrullas de la policía, por falta de pago de un adeudo del ayuntamiento con esta empresa de Nuevo León.
Hágame usted el recanijìsimo favor, resulta que el tibio presidente municipal de Cuernavaca, por fin se atrevió a soltar una noticia fresca que involucra a algunos de sus antecesores, y expresó a voz en cuello, José Luis Urióstegui Salgado, que la compañía neolonesa Promotora Ambiental S.A. de C.V. tiene embargadas 60 patrullas pertenecientes a la Secretaría de Protección y Auxilio Ciudadano de Cuernavaca, por lo que el parque vehicular de esa dependencia se reduce a sólo 18 vehículos asignados a la Policía Preventiva.
Con todo y ls patrullas embargadas, El Güero Pepe, se atrevió a decir sin ambages, que sus polis mantienen la presencia policial, (será a pincel, a pie), no obstante, mantienen la presencia policial y continúan capacitando al personal, distribuyéndolo y estableciendo módulos de seguridad como los que recientemente se abrieron en Tetela del Monte y la colonia Cuauhtémoc.
El jefe de la comuna cuernavacense,explicó que aún no está concluido el trámite para el arrendamiento de vehículos que serán utilizados como patrullas; mientras tanto están reparando unidades modelo 2019 y 2020 que se encuentran fuera de servicio desde hace ya varios meses.
Respecto a las patrullas que se encuentran embargadas por la empresa PASA, puntualizó que se encuentran paradas en el estacionamiento del Rastro Municipal y son más de 60 unidades, a consecuencia del adeudo por concepto de recolección de basura que el Ayuntamiento de Cuernavaca tiene desde hace más de diez años.
Puntualizó que a PASA se le deben 38 millones de pesos y mientras no se le pague a esa empresa, las patrullas no podrán ser liberadas.
Así que sin patrullas y con una delincuencia al alza, ya que se sabe a sotto vocce que con Josè Luis Uriostegui y la jefe de policía Alicia Vázquez Luna, llegaron del vecino estado de Guerrero una andanada de sicarios que operan en Iguala, desde tiempos de los Ayotzinapas, pero que a la llegada de Cuauhtémoc Blanco, se habían replegado. Eran gente de Graco que llego con Alicia dicen. Las voces del bajo mundo del hampa.